Te puedo asegurar que gané pero que también perdí, aseguro que herí y que sané, que corrí y que caí, que rocé y que besé, te aseguro que en mi vida hubo: Suspiros pasajeros de desengaños y lágrimas que llevaban tu nombre tatuado, risas inocentes, como encuentros planeados.
Te puedo asegurar que llegué y me perdí y al perderme me encontré y al encontrarme te encontré.
He soñado contigo, sin saber que soñaba en mi corazón crepitaban las llamas, la luna se movía detrás de la ventana.
Te he visto en mis sueños como un fantasma, alto junco delgado y ceñido de frente como molesto por algo. Te he visto ennoblecido por estrellas lejanas, turbado con la fiebre de mi propia nostalgia.
Te cuesta trabajo comprender las cosas del ayer lo se por tu mirada, he saboreado la amargura de la soledad mas no la miel que guarda tu corazón intacta, de las piedras y lo escabroso del camino andado.
Caparazón forjado por las caídas, caídas que no han desmoronado las montañas de seducción entre tus cejas rabiosas
Esa arma con destellos de estrellas de humedad solo pueden nacer en tus labios, no conocen mi inmunidad y nunca han sabido del rechazo, pues mi mente no es de nadie si no de ellos
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