jueves

mi amante

sergio ha sido una relación muy fuerte en mi vida.
cuando nos conocimos(hace un año) hablamos de varias cosas y yo le propuse artiro ir a mi casa(sergio es muy alto, trabaja con su papa en la agricultura , por lo que tiene un cuerpo estupendo).Me sorprendió su pregunta: “¿qué te gusta hacer?”Le respondí que, con un hombre tan estupendo como él, me gustaba todo lo que podemos hacer dos machos. él manifestó su acuerdo y, puesto que mi casa estaba muy cercana, fuimos caminando.
ese dia al llegar a mi casa, no quise apresurar la situación y nos tomamos, tranquilamente, una cerveza, pero, tanto yo como sergio deseábamos tocarnos, abrazarnos, besarnos; lo que ocurrió después de tomar apenas dos tragos.
Ambos estábamos calientes(esa mal consejera), se nos veía claramente por lo que, en un momento, le di un beso con lengua de no olvidar porque él respondió con lo mismo. Allí empezó un juego de abrazos, besos y manoseos que terminaron por enpelotarnos: las poleras de los dos primero, luego los pantalones, todo eso en un constante besuqueo y manoseo por todo el cuerpo. Estábamos en el living y, con movimientos suaves, lo fui llevando hacia el dormitorio. sergio reaccionó muy rápidamente cuando vio la cama y me dijo bromeando: “¿aquí querías traerme? ¿Esto no hace un hombre con otro hombre?...aunque eso quería y quiero”.Yo ya estaba tan caliente que lo tiré en la cama y empecé a besarlo y a frotarme contra ese cuerpo maravilloso. Cuando empecé a chuparle el pico, él instantáneamente, levantó las piernas, diciéndome: “chúpame el culo, te lo estoy ofreciendo, dale, pásale la lengua. Pasé mi lengua hasta que ya ambos queríamos algo más.Siempre tengo condones en la mochila, saqué uno y le dije “guapo, toma esto, me lo pones en el pico y te lo meto por el culo”. En unos segundos, estaba puesto, lubricado y con un maravilloso culo abierto delante de mí. Hice lo que quería; empecé a meter mi pico dentro del culo de sergio con sus piernas sobre mis hombros. Cuando le metía la cabeza, se quejó algo. En cambio, a medida que le entraba, me pedía más y más y más, hasta que mis huevos llegaron a tocarle el culo. Le dije: “Se acabó, ya te metí todo el pico, ahora lo voy a mover para que lo sientas en tu culo”.Mi tarea fue extraordinariamente agradable: sergio empezó a moverse, contorsionaba el culo en torno a mi pico, mientras nos tocábamos los pechos, yo iba hacia él para besarlo a lo que él respondía con su lengua y dándome unos abrazos que me dejaban sin aliento. El ensamble era perfecto y total. Sin hablar, nos movíamos en una sincronización sin errores.
Empecé a pajearlo al mismo ritmo con que le enterraba el pico en el culo. ¡Qué culo! Apretado pero cediendo y abriéndose a cada culiada mía.Finalmente, los gemidos de ambos se hicieron más fuertes, seguí con mis movimientos lentos, para que aquello durara más, hasta que un largo y poderoso chorro de leche le salió de su pico duro. Yo sentí que el mío se hinchaba aún más y, al instante, largué la leche en el condón. Aquello me pareció el mejor polvo de mi vida(claro que despues he tenido mejores)...no sabía lo que seguiría!!!Saqué mi pico y me recoste sobre sergio, refregándome contra su pecho y barriga y quedé empapado con su leche.Después de un merecido descanso, decidimos ducharnos para refrescarnos y limpiarnos de tanta leche y sudor. Nos enjabonamos mutuamente y, en poco rato, ya estábamos calientes y totalmente exitados.Me puse un condon, apoyé la espalda contra la pared y lo invité a sergio a darse vuelta y a apoyar el culo en mi pico, lo que hizo a toda prisa. sergio es un poco más alto que yo; de modo que para que el culo estuviera a la altura de mi pico tuvo que flexionar sus rodillas y arqueó sus caderas, mostrándome sus nalgas redondas y duras en todo su esplendor. ¡Qué morbo me dio ese espectáculo! Ver a ese guapo, tan varonil y machote, haciendo todo eso para que su culo estuviera en la posición correcta para que lo ensartara con mi pico, me puso fuera de mí y se quejó de mi brutalidad cuando se la metí. Me calmé porque no quería hacerle daño. Entonces él me pidió que me estuviera quieto y empezó a moverse hacia atrás y adelante y en torno a mi pico. Aquello era el paraíso. Estiré los brazos y le pellizcaba las tetillas.
sergio empezó a ronronear y decía: “sí, apriétame las tetas y déjame culear que quiero sentir tu pico llenándome el culo, quiero hacer yo mismo el mete y saca, quiero darme yo mismo con tu pico”. Ante semejante tratamiento, mi calentura fue subiendo hasta que le dije: “sergio, si sigues así, voy a largarte la leche en el culo”. Sin decir nada, se retiró, se agachó frente a mí, me sacó el condón y empezó a mamarme furiosamente, mientras él se pajeaba. La explosión de leche fue simultánea. La suya cayó en grandes chorros sobre mis piernas aunque el primer y fuerte chorro me quedó pegado en mis huevos. él no se tragó mi leche, la dejaba que chorreara fuera de su boca, lo que me resultó un “espectáculo porno” de alto nivel.
desde ese entonces (hace un año)con sergio hemos sido amantes desenfrenados y cada vez que necesito votar mi calentura el viene para satisfacerme
hace 5 dias que no tengo sexo y ya estoi muy cediento, peor aun, sergio anda en viña

miércoles

Oda a los hombres


Me gustan los hombres. Me gustan todos los que veo por la calle y los que todavía no vi.
Me gustan cuando los encuentro por casualidad y cuando los busco, y también me gustan cuando aún buscándolos al extremo no puedo encontrarlos del todo.
Me gustan los hombres. Pero más me gustan los artistas. Me gustan los que saben actuar, pero no me gustan los que actúan para mi.Me gustan los escritores, los que pueden escribir crudo y bizarro y los que se desparraman en miel. No me gustan las sopas de letras, porque todo ahí está demasiado revuelto.Me gustan los que cantan, porque aún cuando no pueda escucharlos, siempre puedo imaginar que inventan una melodía y me la dedican en madrugadas encendidas.
Me gustan los que pintan porque me excita imaginarlos pintando, poseídos y con las manos encastradas.
Me gustan los hombres
. Me gustan los que son lindos y un poco tontos, y los que son interesantes. Prefiero los lindos e interesantes, pero no abundan.
Me gustan los que se visten de negro y los que usan anillos plateados, me gustan los destellos de plata desabrochando botones.Me gustan los que caminan con los pies descalzos por la playa y se mojan con agua de mar, me gusta el sabor de la sal y del sol en la piel, me gusta comerme la sal a besos.
Me gustan los que confiesan tímidamente que me extrañaron.
Me gustan los que están solos en la vida, pero también me gustan los que no. Me gusta que me deseen a pesar de su estado civil.Me gustan los hombres. Me gustan los gemidos en la lujuria, me gustan las convulsiones absolutamente masculinas de su éxtasis, me gusta en la manera en que respiran agitados y me gusta que digan palabras obscenas, me gusta que me pidan y me gustan demasiado cuando cumplen lo que les pido.
Me gustan los que vienen a verme con una botella de vino tinto, me gusta ubicarme cerca de su sexo en el ascensor y ponerlos nerviosos, me gusta abrirles la puerta de mi casa. Me gusta la conquista casi tanto como el encuentro, me gusta desnudarme despacio y observar la erección entre sus piernas. Me gusta pedirles que se toquen y me gusta tocarme para ellos, mientras relato con detalles lascivos mis últimos orgasmos solitarios. Me gusta que me miren y mirarlos, y me gusta que me pidan que acabe para ellos.
Me gustan los hombres. Me gusta amarlos en la noche y en la madrugada, me gusta cuando me llaman al otro día, me gusta cuando transpiran su sexo y se esfuerzan, me gusta esa especie de lucha que se desata en el lecho mientras arde, me gusta que se cansen y cansarlos, me gusta que se desparramen cuando terminan y me gusta esa libertad con la que llevan su desnudez por el cuarto cuando todo acaba.Me gusta cuando acaban porque no pueden controlarse, y se muestran tan míos que me hacen sentir poderoso, me gusta cuando encienden el cigarrillo y me convidan uno.
Me gusta que me abran la puerta, que me sirvan lo que sea en la copa y me gusta cuando me dejan pasar primero.
También me gusta cuando dulcemente me corren el pelo de la cara o me lo acarician.Me gustan los hombres. Me gustan los límites y los hombres que saben cruzarlos, me gusta empujarlos un poco y me gustan los que saben jugar juegos enfermos.
Me gustan los locos, me gustan los raros, me gustan los que parecen iguales a todos pero son diferentes.
Me gustan los tatuajes en los hombres, me gustan los cuerpos dibujados y me gusta la piel virgen.
Me gusta cuando se emborrachan y cuando sobrios, me regalan horas embriagadas en una cama ancha, me gusta hacerles el amor en cualquier lugar y me gusta el riesgo, me gusta hablarles por teléfono y excitarlos, me gusta despertar emociones con las palabras.
Me gusta que me vean vulnerable cuando quiero mostrarme vulnerable y fuerte cuando quiero que me vean fuerte.
Me gusta la variedad y los cambios, me gusta que me sorprendan y que sepan dejarse sorprender.Me gusta dominarlos y que me dominen, me gusta cuando cierro los ojos y me entrego a ellos como uno esclavo y me gusta cuando sienten el placer de que sean mi dueño.
Me gustan los hombres. Me gusta que sean tan torpes a veces, me gusta que me complementen y que sean un poco más racionales, aunque no me gustan si son fríos. Los prefiero cálidos y calientes.Me gusta la voz de los hombres y me gusta pelear un poco con ellos, me gusta su sentido del humor y su manera de desplomarse en los sillones.Me gustan los hombres que saben ser amigos de otros hombres y me gusta el concepto que tienen de la amistad, me gusta verlos beber sus cervezas mientras cuentan las mismas anécdotas mil veces y se ríen de las mismas cosas.
Me gusta verlos jugar como niños con los niños y no hay nada que me conmueva más que un hombre que aún conserva intacta una parte de la infancia.
Me gusta el perfume de masculino y sus olores naturales, me gusta mirarlos descansar a mi lado y despertarlos con caricias, me gusta revolverles el pelo y enredar mis dedos, me gusta que se retuerzan en sueños y me gusta abusar de ellos mientras duermen.
Me gustan lo hombres. Me gustan cuando son valientes y arriesgados, cuando esconden el miedo y se atreven a todo, me gusta esa fortaleza inventada que se ven obligados a sostener.
Me gusta que sean tan distintos entre ellos y me gustan en todas sus variantes, me gusta esa seguridad cuando caminan hacia mí y me gusta cuando se desarman y se permiten llorar, alguna vez.
Me gusta que usen palabras que yo no uso, me gusta cuando hablan de cosas que yo no conozco, me gusta cuando puedo aprender de ellos y cuando están dispuestos a que yo les enseñe.
Me gusta que sean buenos alumnos y excelentes maestros.Me gustan los hombres. Me gusta la boca, la lengua, los dientes. Me gustan los ojos claros, azules o hierba, pero más me gustan los ojos negros porque me llevan al pecado, y me gustan los ojos marrones cuando parecen comunes y yo puedo ver detrás de ellos el abismo que me invita a arrojarme.
Me gusta tenerlos cerca y que sepan arreglar cosas, me gusta verlos manejar el auto mientras los acaricio, me gusta que me cuiden y que me protejan, como también que se dejen proteger y cuidar, me gustan los que cocinan para mí platos extravagantes de los cuales ni siquiera sé los ingredientes, me gusta cuando les hago creer que los necesito.
Me gusta jugar, me gusta ser fatal a veces, y me gusta que encenderlos sea tan fácil, pero me gusta más cuando estimularlos es tan difícil.
Me gustan los hombres
. Me gusta enloquecerlos. Me gustan mil veces más los que me vuelven loco.
Me gusta que tengan entre las piernas eso que yo tengo y me gusta tener un lugar para recibirlos, me gusta el preciso instante en que me penetran y me miran a los ojos profundamente, me gusta esa espléndida conjunción entre el hombre que soy y que me gusta ser y el hombre que más me gusta